Abu Simbel Profanation es un videojuego programado por Víctor Ruiz, con la colaboración de Florentino Pertrejo y Santiago Morga. Fue desarrollado y distribuido por Dinamic Software en 1985, para las plataformas Spectrum, Amstrad CPC y MSX; siendo además, el último capítulo de una trilogía compuesta por los videojuegos 'Saimazoom' y 'Babaliba'.
Johnny Jones ha sido víctima de una maldición y se ha transformado en un horrible ser deforme con una prominente nariz. Deberá recorrer las 45 pantallas de juego hasta encontrar la momia del faraón y acabar con su maldición. Cada pantalla está conectada con la anterior de alguna forma, deberemos avanzar recogiendo símbolos y usarlos en los interruptores adecuados para abrir compuertas y nuevos caminos.
Frecuentemente tendremos que volver a determinadas pantallas e incluso podremos aparecer en el mismo punto pero por lugares distintos y no conectados. Por cierto, cuidado con meteros por ciertos sitios, perderéis todas las vidas que tengáis al caer sobre unos pinchos grandes y afilados, en ese momento seguro que os acordaréis de los desarrolladores del juego, pero quien dijo que la vida de los héroes era fácil.
Como podéis observar, el camino no es precisamente un paseo tranquilo pero no os preocupéis, con una enorme dosis de paciencia podréis llegar al final, o no...
Si queréis más información sobre este juego y de más juegos publicados para Spectrum podéis visitar la web de El mundo del Spectrum
Interior carátula Abu Simbel Profanation (Spectrum)
INTRODUCCIÓN
Johnny Jones, héroe del 'Saimazoon' y del 'Babaliba', continúa su reto personal a muerte en esta tercera parte de la Trilogía, en la que guiado por su amor al peligro se sumerge de lleno en los pasadizos y recovecos de una oscura y milenaria pirámide de Egipto.
A lo largo de 3.000 años, los mejores exploradores han intentado profanar el sagrado templo de Abu Simbel, construido por el emperador Ramses II para albergar en él todas las riquezas y secretos que multitud de generaciones han ido depositando en sus entrañas; sin embargo, llegar a la cámara mortuoria es inaccesible, salir con vida del laberinto imposible. Todos los que osaron profanar el templo jamás regresaron.
Jonny Jones, cegado por el atractivo del reto, se sumerge en esta pesadilla; cuando todos fracasan y mueren, el héroe intenta lo imposible.
ARGUMENTO
Nuestro protagonista, al profanar el templo, ha sido víctima de un terrible hechizo. El espíritu de Ramses II ha castigado su osadía reduciendo a nuestro héroe al tamaño de un perro sin cuello y sin extremidades inferiores; Johnny se encuentra solo y perdido. Rodeado de peligros y pasadizos mortales, quiere recuperar su antigua anatomía a toda costa y para ello necesita encontrar la cámara mortuoria central.
Ante él se encontraba la ciénaga, al fondo se escuchaba el chapoteo de las voraces pirañas; no se podía rendir ahora. Fue saltando de islote en islote hasta llegar a tierra firme. Una vez allí, recordando el color del diamante, fue teletransportado al interior de las criptas centrales, atravesó la trampa de los cuchillos, la sala electrolítica, el ataque sistemático de vampiros y arañas venenosas y, por fin, pudo llegar a la sala de la efigie.
Estaba cansado y sudoroso, pero después de respirar profundamente cogió en sus manos el cuenco mágico y, tras una breve pausa, lo pasó con mucho cuidado bajo el electrodo apareciendo en la cámara mortuoria.
Al fin, frente a él, se encontraba el secreto de Abu Simbel.
Fuentes:
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